Abre el paraguas

Las derrotas en los superclásicos suelen traer consecuencias. Generalmente, para bien o para mal, impulsan un montón de decisiones que, hasta ese momento, estaban a la espera. Y en este caso, la caída ante River en particular y el mal inicio del 2018 en general, harán que la dirigencia de Boca acelere gestiones por los refuerzos que estaban stand by. En este caso, son Gustavo Gómez y Bebelo Reynoso. 'Vamos a ver la posibilidad de traerlo', dijo ayer Guillermo sobre el volante de Talleres.

De todos modos, el que buscarán cerrar en estas horas es Gustavo Gómez. La negociación por el paraguayo pasó por varios estados. Primero Boca fue por una cesión, luego por un porcentaje del pase, más tarde ofertó un préstamo de 18 meses más una opción compra alta (cuatro millones de euros) y ahora surge otra vez la chance de comprar una parte de la ficha del defensor, con un contrato de cuatro años para él. Ahí está la nueva jugada.

En ese sentido, habrá que convencer al paraguayo. Porque la idea de Gómez era llegar a préstamo para luego asegurarse un regreso a Europa. Entiende que si firma cuatro años con Boca, y no le va bien acá, se cerrará las puertas de un retorno al Viejo Continente. Pero la dirigencia está decidida a utilizar los recursos que sean necesarios para llegar a un acuerdo. Y además, el equipo lo necesita.



Por Bebelo la situación es más compleja. Al cuerpo técnico le gusta y creen que, trabajándolo, lo pueden potenciar. Además, como lo de Nico Gaitán está muy frío, asoma como una nueva variante ofensiva para reforzar el equipo. El tema es que Independiente ya ofertó tres millones de dólares por el 50 por ciento del pase. Talleres pretende un millón más. Por eso la idea de Boca es hacer una propuesta, también por una parte de la ficha, que convenza a la dirigencia de la T.