Sala de espera

Fue una noche de octubre cuando, en medio de la desolación por una nueva lesión, Fernando Gago encontró su fuente de motivación en la posibilidad de jugar un nuevo Mundial. La resiliencia es el concepto psicológico que encontró para explicar su manera de superar circunstancias traumáticas. Y Rusia fue el objetivo que lo puso rápidamente de pie. Idas y venidas en la recuperación hicieron que hoy no pudiese estar en Barcelona con la Selección. Aunque sus caminos se crucen: el 5 se acercará a la misma ciudad para hacer una interconsulta por su rodilla.

Ramón Cugat es el traumatólogo catalán que atenderá al mediocampista y quien mantiene una estrecha relación con Jorge Batista -médico de Boca a cargo de la operación y recuperación de Gago-. Especialista en rodilla y fuente de consulta permanente por jugadores de elite, ha atendido a Xavi, Puyol, Guardiola y, en el último tiempo, al Kun Agüero. ¿Por qué Gago lo quiere ver? Para sacarse algunas dudas...

Tan cierto es que el capitán de Boca aclaró públicamente “que nunca se apuró para volver” porque “todo lo hizo con respaldo médico”, algunas molestias que sufrió y que lo obligaron a retroceder sobre sus pasos le hicieron ruido. ¿Entonces? Como quiere estar al 100% en el inicio de la pretemporada, va a ser revisado por Cugat y escuchará si tiene alguna sugerencia al respecto. Mientras tanto, sigue con el plan de trabajos que dispuso Javier Valdecantos para físicamente estar a punto. El semestre lo terminó jugando: fue titular con Huracán, ingresó con Alianza Lima y cerró en el amistoso con Talleres en Córdoba.

La preocupación por Gago no es única del futbolista. Para Guillermo y Gustavo Barros Schelotto es el jugador base de su equipo: lo construyeron a su alrededor -y por eso la mejor versión fue con él en cancha, en las primeras fechas del último campeonato. Al 50% de sus posibilidades para ellos es titular, pero no es casualidad que las prioridades pedidas a Daniel Angelici sean Gustavo Gómez y Guido Pizarro. Al defensor del Milan lo querían para dar un salto de jerarquía en el fondo y se convirtió en una necesidad desde que se confirmó la partida de Lisandro Magallán. Al volante que jugó la última temporada en Sevilla, en cambio, los motivos son más amplios.

Pizarro es una debilidad de los Melli, tanto por su profesionalismo como por su jerarquía: es el prototipo de jugador buscado para un equipo con el estilo Barros Schelotto. Tiene 28 años, puede rendir en plenitud, conoce lo que quiere el cuerpo técnico y el cuerpo técnico conoce lo que puede dar. Pero, fundamentalmente, es un conductor. Y el último semestre sirvió de aprendizaje:si no está Gago, necesitan otro jugador que pueda conducir al equipo. Tevez pidió serlo pero, desde otra posición, nunca pudo lograrlo -todavía peor:quedó expuesta la diferencia de rendmiento con aquel 10 que se fue a China. A Sebastián Pérez lo ubican en otro lugar y otra función, más ocupado en organizar la salida que el el ataque. Pizarro, pese a poder complementarse con Pintita, también puede jugar de Gago en caso de que sea necesario.

¿Cuál es su situación? Guillermo lo mimó públicamente (“es jugador de Selección, pero no sé si entra en las posibilidades económicas nuestras. También está la decisión de él, una decisión que pasa más del ser humano de salir de un lugar donde está bien, pero sé que Pizarro es hincha de Boca y que sueña con jugar en Boca”) y Angelici intenta negociar para incorporarlo. Aunque la mayor dificultad pasa por una cuestión de vida y las dudas acerca de volver a Argentina en general y al fútbol argentino en particular.

Gago, mientras tanto, hace lo suyo. Sus vacaciones familiares en España tendrán una escala en Barcelona por un tema futbolístico. Su mayor revancha por lo que se perdió es la Libertadores. Ese es su nuevo objetivo. Para llegar bien, quiere superar todos los obstáculos...