El entrenador de Boca analizó lo ocurrido en Mendoza, donde empató agónicamente con Independiente Rivadavia, y lanzó una frase que hizo ruido.

"No es una excusa, pero te das cuenta que el fútbol argentino es muy parejo, que cuesta realmente mucho poder prevalecer por sobre el rival. Esa es una evolución que ha tenido el fútbol y que no hay tantas diferencias, y que a partir del trabajo y de la jerarquía buscaremos encontrar esas diferencias que en los papeles tenemos y que nos está costando llevar adelante", explicó.

Luego, fue autocrítico: “Lo que coincido es que no estamos pudiendo sobreponernos desde el juego como lo veníamos haciendo durante el semestre pasado. Con razones sí, pero sobre todo estamos ocupándonos para tratar de volver a tener esa fluidez del juego, esa cuestión de sentir que teníamos el control del juego".

En este escenario, los resultados empiezan a ser importantes para Martínez y deberá dar vuelta rápido la página ya que se viene la llave de octavos de la Sudamericana ante Cruzeiro, que se jugará el próximo jueves en La Bombonera..

“Es una instancia realmente importante, una final de mano a mano que vamos a afrontar. Una llave mata-mata, acá no hay tiempo de recuperación, y nos preparamos de la mejor manera para tratar de lograr pasar de fase y seguir creciendo en la Sudamericana”, cerró Martínez.