Es que Nazareno Solís tampoco entrará en la consideración del entrenador del Xeneize este año, por lo que fue cedido por octava vez consecutiva. El delantero de 30 años cumplirá 10 años de contrato con el club de la Ribera, pero no juega desde 2016, cuando se puso la azul y oro por primera vez.

El atacante oriundo de Campana será refuerzo de Deportivo Madryn, equipo de la Primera Nacional. Actualmente, el conjunto patagónico tiene a Leandro Gracián, exjugador de Boca e íntimo amigo de Juan Román Riquelme, como el director técnico del equipo.



El Xeneize llegó a un acuerdo con el club de Puerto Madryn para enviar a atacante a préstamo por los próximos dos años con una opción de compra. Una situación habitual para el futbolista que no encontró más oportunidades con la camiseta de Boca.

La carrera de Nazareno Solís

El delantero inició su carrera en el ascenso con Villa Dálmine y tras un breve paso por Universidad de Chile captó el interés de Boca por su gran 2016 con Talleres en la B Nacional. Con la T aportó 8 goles y 8 asistencias en los 24 encuentros en los que representó al combinado cordobés.

Llegó al Xeneize en agosto de 2016 con el pase en su poder y en medio de un reclamo de Talleres. Su ciclo con la azul y oro fue corto: apenas 4 partidos y un total de 100 minutos antes de ser enviado a préstamo por primera vez.

Llegó como promesa en un mercado de pases en el que el Xeneize incorporó a otras figuras. Ricardo Centurión, Wilmar Barrios, Sebastián Pérez, Santiago Vergini y Axel Werner lo acompañaron como caras nuevas del plantel de Guillermo Barros Schelotto.

Desde entonces, pasó por Huracán, San Martín de San Juan, Aldosivi, OFI Creta de Grecia, Alvarado, Patronato y, más recientemente, Gimnasia de Mendoza, dónde encontró un buen nivel en la misma categoría en la que representará a Deportivo Madryn este año.

Los cuatro partidos que Nazareno Solís disputó en Boca

Los 4 encuentros que Solís jugó en el Xeneize fueron todos en la Superliga de 2017, ante Temperley, Colón, Defensa y Justicia y Patronato. En ese momento, siendo dirigidos por Guillermo Barros Schelotto, Boca se iba a consagrar campeón de aquel torneo que tuvo a un Darío Benedetto y a un Cristian Pavón intratables. En ese puñado de partidos que disputó, el oriundo de Campana llegó a dar dos asistencias, ambas al “Pipa” en sus últimos encuentros disputados. Luego, dejó de ser convocado y a fines de dicha temporada comenzó su largo periplo de cesiones.