¡La nueva joya!

Sorprende Almendra. Da que hablar. Por su tranco largo, similar al de los jugadores más importantes de Europa. Por su desfachatez y atrevimiento, pese a tener tan sólo 18 años. Por su calidad, que demuestra en cada ensayo. Y que lo transforma, repentinamente, en un jugador importante para la estructura que tendrá Guillermo para este segundo semestre.



Claro, si antes del amistoso contra el DIM ya era una debilidad para el Melli por su estilo mixto y su capacidad de desdoblarse en la mitad de cancha, luego de su destacada actuación (con golazo incluido) ahora está posicionado en un lugar privilegiado. “Guillermo me felicitó. Es lindo que me tenga en cuenta, pero tengo que seguir trabajando”, dijo apenas llegó al país, para sumarse a la Selección Sub 20 que jugará un torneo en Valencia. Por supuesto, trabajar es una situación cotidiana para Agustín. Siempre lo hizo. Para llegar al lugar en donde está, debió lucharla. Ahora, Olé te cuenta la historia del pibe que brilló en la pretemporada..

El 2000 fue un gran año para Boca. Quizás, el mejor de su historia. La Libertadores y la Intercontinental así lo avalan. Y bajo ese contexto, en la localidad bonaerense de Solano, nació Agustín, quien desde muy chico decidió dedicarse al fútbol. Y se puso la camiseta de Lanús, donde dio sus primeros pasos. Luego, por problemas con la dirigencia del Granate, pasó a Independiente. Allí, durante dos años en las categorías infantiles del equipo de Avellaneda, se destacó, siempre haciendo valer su físico y su despliegue desde la mitad de cancha.



Más tarde, el destino hizo que Roberto Madoery -su DT en Lanús- se fuera a Boca. Y el pibe no dudó en acompañarlo. Pero la dirigencia del Rojo no quería saber nada con dejarlo ir, así que para poder jugar oficialmente en su nuevo equipo estuvo un año parado, ganando rodaje en la Liga Metropolitana con la azul y oro, y rompiéndola en las canchas de cemento del club 7 de Agosto de Claypole. Luego, sí, en el 2014 debutó en los campeonatos de la AFA, en Novena, curiosamente ante el Rojo, al que le marcó un gol. Ese primer año fue campeón y repitió en Octava y Sexta.

Figura en cada consagración, gracias a su buen nivel, con sólo 16 años fue promovido por Guillermo para entrenarse en Primera y por Schiavi en Reserva. Como si fuera poco, en el 2016 firmó su primer contrato profesional. Y un año más tarde fue citado por Miguel Micó para disputar el Sudamericano Sub 17 en Chile. Como los grandes jugadores, su ascenso fue vertiginoso. De hecho, el 15 de abril de este año debutó frente a Independiente en la Primera del Xeneize, donde ya acumula 99 minutos y una vuelta olímpica...



Ahora, otra vez citado por la Selección juvenil para disputar el torneo en L’Alcúdia, y tras haber tenido una brillante pretemporada, se perfila como una variante en la mitad de la cancha para pelear un lugar entre los 11. Quienes lo conocen desde chico y lo ven en el día a día, no se sorprenden por su presente. Y afirman que no tiene techo. Estará en él demostrarlo.