El sueño de Maradona era dirigir a Boca Juniors

Por eso ahora, casi medio año después de su fallecimiento, ha querido recordar con cariño al ‘crack’ argentino: “nadie tiene la capacidad para explicar lo que genera Diego en los que le pudieron disfrutar en vivo”.

Pero lo que pocos saben son las consecuencias que tuvo para Diego el hecho de ser uno de los más grandes de la historia del fútbol: “Sus piernas y su espalda estaban deterioradas por sus infiltraciones y por el esfuerzo que hizo para jugar en la alta competencia. Por ser quien fue terminó pagando un costo altísimo en lo físico. Lamentablemente, su vida fue muy solitaria porque nunca pudo tener una vida normal como la nuestra”, ha comentado el técnico.

Y no solo con el balón en los pies fue uno de los mejores, también en los banquillos: “Siempre remarcaba que no era un ejemplo como persona, pero sí como futbolista. Cada vez que hablaba, generaba silencios y tensión en el ambiente. Los jugadores lo miraban fijo, lo escuchaban. Sus charlas tenían que ver con la idea de no repetir sus experiencias. Nos quedarán grabadas en el cuerpo para siempre”, ha asegurado Martínez.

“Para él, si el equipo perdía era culpa del árbitro o de la cancha, nunca de sus dirigidos. Si no le echaba la culpa a la hinchada rival, pero jamás se la agarraba con sus futbolistas. Siempre tenía una salida espontánea, genuina y pícara para poder defenderlos. Nunca los criticaba en público o en privado. Terminaban los partidos, y si el resultado no era bueno, igualmente los felicitaba”, ha continuado.

Por último, ha confesado que el gran sueño del ‘Pelusa’ era volver a su país natal para entrenar, pero no a cualquier equipo: “Su sueño era dirigir a Boca. Hubiera sido el hombre más feliz del mundo. Su corazoncito era muy bostero, una cosa increíble. De alguna forma necesitaba y deseaba dirigir en la Argentina, pero tenía miedo de cómo lo iban a tratar. Tenía un sentimiento verdadero por esa hinchada y esos colores”, ha reconocido el que fuera su ayudante.