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RIQUELME
14/08/2021 Abbondanzieri dio detalles de la interna entre Palermo y Riquelme
Juan Román Riquelme ocupa el cargo de vicepresidente de Boca y Martín Palermo ya fue entrenador de varios equipos.
Pasaron varios años de sus retiros pero aún se sigue hablando de la difícil convivencia en el vestuario "Xeneize".
Es de público conocimiento sus diferencias, así como también que cada uno tenía "su bando" en el vestuario. Y por estas horas apareció en escena Roberto Abbondanzieri, hombre vinculado al sector del "Loco".
En un primer momento el "Pato" se mostró reacio a contar intimidades, pero luego se soltó al contemplar el extenso paso del tiempo. "Soy amigo de Martín. Bianchi fue el más inteligente. Carlos sabía que tenía un grupo impresionante dentro de la cancha y que ahí no lo podía romper nadie; si alguno se descarrilaba, lo iba a sacar", inició su relato en diálogo con Alejandro Fantino.
Y agregó: "Antes de los partidos importantes, el Profe era árbitro de los partidos que jugábamos para distender. A veces era entre jugadores y a veces contra periodistas. En Japón, antes de la intercontinental, hubo un picado con los dos grupos. Nos pegamos terrible, nos cagamos a patadas. No era odio, pero se jugaba de verdad. Yo jugaba con Martín y Guillermo".
Por último, el ex arquero contó que le cuesta volver a La Bombonera, por una cuestión ligada netamente a la melancolía. "Mis hijos son fanáticos de Boca, pero no puedo ir a la cancha. Me hace mal. Sentir la sensación de que estuve ahí y que viví tantas cosas, no puedo verlo sentado desde un palco. Me emociona mucho".
En un primer momento el "Pato" se mostró reacio a contar intimidades, pero luego se soltó al contemplar el extenso paso del tiempo. "Soy amigo de Martín. Bianchi fue el más inteligente. Carlos sabía que tenía un grupo impresionante dentro de la cancha y que ahí no lo podía romper nadie; si alguno se descarrilaba, lo iba a sacar", inició su relato en diálogo con Alejandro Fantino.
Y agregó: "Antes de los partidos importantes, el Profe era árbitro de los partidos que jugábamos para distender. A veces era entre jugadores y a veces contra periodistas. En Japón, antes de la intercontinental, hubo un picado con los dos grupos. Nos pegamos terrible, nos cagamos a patadas. No era odio, pero se jugaba de verdad. Yo jugaba con Martín y Guillermo".
Por último, el ex arquero contó que le cuesta volver a La Bombonera, por una cuestión ligada netamente a la melancolía. "Mis hijos son fanáticos de Boca, pero no puedo ir a la cancha. Me hace mal. Sentir la sensación de que estuve ahí y que viví tantas cosas, no puedo verlo sentado desde un palco. Me emociona mucho".
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