Plan Centurión: ¿puede volver a Boca?

'Está todo dado”, dice Ricardo Centurión sobre su posible vuelta a Boca. Y lo dice, claro, con el convencimiento de quien tiene algo más, una punta, un guiño, una llave que abra esa puerta. Porque lo dice, además, a costa de lo que puedan decir (valga la redundancia) en Vélez, el club que negocia su renovación, y en Racing, el dueño de su pase. Que Ricky quiere verse otra vez de azul y oro, no hay dudas. Lo desea, lo sueña, se lo imagina. Pero no depende de él, claro. Y ahí está la cuestión central de esta historia: hay que ver si Boca está dispuesto a contratarlo. ¿Lo está? Por lo pronto, es una opción. Y eso ya representa un avance con respecto a la primera vez que él planteó su intención de regresar, a fines de mayo, cuando contó entre otras cosas que Riquelme le miraba los estados de WhatsApp.


En ese momento, la chance de Centu parecía lejana. Ahí sí era más un deseo suyo que un interés del club. Ahora, Boca sigue centrado en sus prioridades: las renovaciones de Tevez y de Zárate y la continuidad de Soldano. Pero al mismo tiempo, es ahí en donde se abre una nueva ventana para el extremo que jugó el último tiempo en Vélez. “Si alguno de ellos no sigue, Centurión es una alternativa, alguien en quien pensamos”, le confirmaron a Olé desde el consejo que maneja el fútbol profesional. Una especie de refuerzo suplente, de acuerdo a las necesidades.






¿Y un factor de presión para Carlitos y Mauro, quienes ya tienen las propuestas económicas y deben responder? Podría ser. Como fuere, hoy Centurión es lo que antes no era: una opción. Aunque al mismo tiempo no deja de ser un deseo (sobre todo del jugador) condicionado a la realidad de otros.


“Me llamaron de Boca. No Riquelme directamente, pero sí gente que trabaja en el club para charlar de la situación de mi contrato con Racing”, confirmó Ricky sobre esa nueva situación. El llamado existió. Y en las últimas horas hasta se dio un contacto con la Academia, el club dueño de su pase, por si hay que darle forma a su regreso. Si sucede, ¿será Leo Jara una moneda de cambio? En principio, es un jugador que le interesa a Beccacece y que en Boca está tapado (mucho más si llega el chileno Mauricio Isla), por lo cual es algo que a la hora de una negociación puede jugar su parte. De todas formas, Racing en paralelo lo negocia con Argentinos, vía canje por Hauche.



Ahora bien, ¿cuáles son las chances reales de que Centurión juegue en Boca? “Si se quedan Tevez, Zárate y Soldano y no pasa nada con Villa, estamos bien”, dicen en el club. Sobre todo, porque Miguel Russo no es de la idea de acumular jugadores en una misma zona, más teniendo en cuenta que para nutrir la delantera también deben regresar Walter Bou y Mateo Retegui. La Panterita, quien jugó justamente con Centu en el Boca de Guillermo, también está bien considerado. Porque ya sabe lo que es ponerse la azul y oro y porque lo hizo bien (10 goles en 48 partidos): de hecho, peleó la titularidad a Benedetto.

Por eso, si Tevez renueva, si Zárate acepta la oferta, si se arregla otro préstamos de Soldano con el Olympiacos, las chances de Centu se reducirán. Y la ventana que le quedará abierta es algún revés judicial para Villa, que obligue a Boca a tomar una decisión como viene diciendo que ocurriría si la Justicia encuentra culpable al colombiano de la denuncia por violencia de género que hay en su contra. Por lo demás, su deseo estará en modo espera. Aunque con otra carta a favor: a Riquelme le gustaría tenerlo en el club.





También hay que tener en cuenta la cuestión futbolística y en ese terreno, fundamentalmente, la aprobación de Russo. Es cierto que este parate por la pandemia vuelve a poner en igualdad de condiciones deportivas y de competencia a quienes venían jugando y a quienes no, pero también es real que Centurión, en el último tiempo, nunca tuvo continuidad en un club. De Racing a San Luis de Potosí se fue separado del plantel, de México volvió antes de terminar su préstamo (13 PJ) y en Vélez tampoco se ganó la titularidad.



A eso hay que sumarle los inconvenientes que Ricky tuvo fuera de la cancha, que el propio jugador reconoce como una mochila que debe cargar. “Fui un poco desordenado en la vida y en lo futbolístico, pero lo tengo que corregir. No puedo cometer los mismos errores”, dijo.

Eso mismo, claro, no deja de ser un un punto a evaluar con lupa (como también su gran exposición en las redes sociales), más aún que ya se está viviendo una situación de conflicto con Villa. Por eso, en Boca son precavidos. Consideran el deseo de Ricky, valoran sus ganas, pero hay varios puntos a resolver antes de su posible vuelta. Por ahora es un Plan C, de Centurión. Pero un plan, al fin de cuenta...