BOCA JUNIORS
A 15 años del día más difícil en la carrera de Palermo
ole.com.ar
07/08/2021
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Se cumple un nuevo aniversario del momento más complicado en la vida del máximo goleador Xeneize.
A más de uno en aquel 6 de agosto de 2006 se les cerró el pecho.
Todos los corazones de los amantes y locos por el fútbol argento, sin importar ningún tipo de colores, se emocionaron tras un partido histórico e imborrable, donde el deporte quedó en un segundo plano. “Coco, quiero jugar igual”, fueron algunas de las palabras que le hizo llegar Martín Palermo al DT de su entonces, Alfio Basile, tras el fallecimiento de su hijo Stéfano…
La charla entre ellos prosiguió. “Martín, hacé lo que tengas ganas. Si querés venir, vas a ser titular, pero eso queda en vos”, respondió el Coco. Palermo había sufrido la desgarradora noticia de que su hijo no nato, al que pensaba llamar Stéfano, había fallecido. Sin embargo, el Loco no quiso faltar y dijo presente contra Banfield.
La Bombonera estaba repleta como en sus mejores noches de Copa Libertadores, ya que la ocasión lo ameritaba. Esa tarde, los hinchas xeneizes no sólo asistieron a ver jugar al último campeón del torneo local, sino a alentar a uno de los máximos ídolos que pasaba por este presente muy delicado.
El partido más difícil
El primer tiempo ante Banfield se juego a dientes apretados, y pese a que Boca contó con las situaciones más claras, Cristian Lucchetti se lució en más de una oportunidad. Sin embargo, en la segunda parte llegaron las emociones.
A los 15" del ST, Sebastián Battaglia habilitó de gran manera al Loco que definió con categoría ante la salida del arquero del Taladro. Palermo gritó con el alma el gol, y todos sus compañeros fueron a abrazarlo en el festejo mientras la Bombonera coreaba su nombre.
Más tarde, llegaría el tanto de Seba, y luego, el segundo en la cuenta personal del hombre de la tarde. Era un encuentro perfecto para él, doloroso pero lo necesitaba. Para él, jugar en Boca fue el medio elegido por el delantero para calmar su dolor, con el apoyo de sus compañeros, el cuerpo técnico, y de la hinchada que le brindaron su cariño a cada segundo...
“Pienso en mi hijito y el dolor no se acaba”, dijo tras el paso de los años, el Titán. Palermo jugó el partido más difícil de su vida. En ese momento tenía 31 años y junto a Lorena Barrichi, su pareja en ese momento, esperaban el nacimiento de su hijo Stéfano que tras 29 semanas de gestación y 500 gramos de peso, falleció pese al intento de todos los médicos.
Sin dudas, uno de los días más difíciles en la carrera de Palermo.
La charla entre ellos prosiguió. “Martín, hacé lo que tengas ganas. Si querés venir, vas a ser titular, pero eso queda en vos”, respondió el Coco. Palermo había sufrido la desgarradora noticia de que su hijo no nato, al que pensaba llamar Stéfano, había fallecido. Sin embargo, el Loco no quiso faltar y dijo presente contra Banfield.
La Bombonera estaba repleta como en sus mejores noches de Copa Libertadores, ya que la ocasión lo ameritaba. Esa tarde, los hinchas xeneizes no sólo asistieron a ver jugar al último campeón del torneo local, sino a alentar a uno de los máximos ídolos que pasaba por este presente muy delicado.
El partido más difícil
El primer tiempo ante Banfield se juego a dientes apretados, y pese a que Boca contó con las situaciones más claras, Cristian Lucchetti se lució en más de una oportunidad. Sin embargo, en la segunda parte llegaron las emociones.
A los 15" del ST, Sebastián Battaglia habilitó de gran manera al Loco que definió con categoría ante la salida del arquero del Taladro. Palermo gritó con el alma el gol, y todos sus compañeros fueron a abrazarlo en el festejo mientras la Bombonera coreaba su nombre.
Más tarde, llegaría el tanto de Seba, y luego, el segundo en la cuenta personal del hombre de la tarde. Era un encuentro perfecto para él, doloroso pero lo necesitaba. Para él, jugar en Boca fue el medio elegido por el delantero para calmar su dolor, con el apoyo de sus compañeros, el cuerpo técnico, y de la hinchada que le brindaron su cariño a cada segundo...
“Pienso en mi hijito y el dolor no se acaba”, dijo tras el paso de los años, el Titán. Palermo jugó el partido más difícil de su vida. En ese momento tenía 31 años y junto a Lorena Barrichi, su pareja en ese momento, esperaban el nacimiento de su hijo Stéfano que tras 29 semanas de gestación y 500 gramos de peso, falleció pese al intento de todos los médicos.
Sin dudas, uno de los días más difíciles en la carrera de Palermo.
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