Juego de Barrios

El Xeneize encontró en Wilmar Barrios ese cinco que le costó tanto. Se ganó un lugar, rindió y fue de lo más sobresaliente en este último año. Sin embargo, conscientes de que le queda poco en el club, ya enfocaron la mira hacia otro lado. Y los cañones, lógico, apuntaron otra vez al país cafetero (las últimas contrataciones de colombianos le salieron bien). Ahí surgió el nombre de Jorman Campuzano, volante central de apenas 22 años de gran nivel en Atlético Nacional.



¿Por qué? La idea es clara: el que venga tiene que tener un estilo similar al de Barrios. Y en esa senda anda el pibe que la rompe en Colombia. Después de un 2018 donde terminó de despegar, Boca le echó el ojo. El pibe llegó en enero de este año a uno de los clubes más poderosos de la liga colombiana, luego de jugar tres temporadas en Deportivo Pereira, un equipo de segunda de esa liga. Y enseguida marcó la diferencia. Con Jorge Almirón como entrenador, se ganó un lugar y le quitó el puesto a dos jugadores de peso como Raúl Loaiza y Diego Arias.

Nacido en Tamalameque, un pueblo en el norte cerca del límite con Venezuela, el pibe hizo sus primeros pasos como jugador juvenil en Churta Millos.Luego, tuvo un pasó por las Inferiores de Banfield, en lo que fue su primera visita a Argentina. Ya con el correr de los años, llegó a Pereira donde debutó con sólo 18 años.

Humilde, silencioso y tímido fuera de la cancha, el volante se transforma por completo cuando la pelota comienza a girar.Personalidad, agresividad y mucha marca. Aunque, además, cuenta con una característica que puede darle un plus: juego, distribución y manejo de pelota para darle fútbol al Xeneize.

Un juego de Barrios...