El futuro de la Bombonera tras las elecciones

El Puma, como le decían al visionario presidente xeneize, llegó a construir los pilotes sobre el que se levantarían las colosales tribunas para una cancha para 140.000 personas y fijó fecha de inauguración. Pero con las noches coperas de fines de los 70, los tumultuosos años 80 y la gloria que renació a fines de los 90, ese monstruo de hormigón tomó vida propia, pasó de temblar a latir y ya nada volvió a ser igual: nació el templo, el mito. Intocable.

Las elecciones anteriores fueron prueba de que a la Bombonera no hay con qué darle y que no hay hincha de Boca que quiera ver a su estadio hecho escombros. Los distintos candidatos opositores la sumaron a sus plataformas y fueron contra la idea del oficialismo de construir un estadio moderno con el doble de capacidad. Así, una cancha se convirtió en uno de los ejes de aquellas campañas de 2015. 'Estoy convencido de que hay que hacer una nueva Bombonera', dijo Daniel Angelici en su momento, aunque avisó que consultaría a los socios.

Angelici finalmente ganó en 2015 y, aunque el presidente siempre mantuvo la idea de que hacer un estadio desde cero era mucho más conveniente que reformar el actual por partes, el mandato pasó sin avanzar sobre esa posibilidad, después de una reunión de 14 de las 15 agrupaciones políticas del club (no asistió Jorge Ameal) en la que a mediados del 2017 se decidió descartar la construcción de una cancha nueva.

De frente a unas nuevas elecciones, aún con las listas por definirse (cierran en miércoles), los distintos candidatos ya tienen algo claro: en caso de ganar, no quieren dejar el Templo.

Gribaudo y varias convocatorias

Ya construcción de una nueva Bombonera ya no figura en los planes del oficialismo. De hecho, el candidato Christian Gribaudo dijo pensar en varios temas distinto que Angelici y avisó que 'quiere quedarse en la Bombonera'. En una reciente entrevista en TyC, agregó: 'Es el sentimiento de todo el hincha de Boca. La Bombonera es el ícono de Boca. Cualquier presidente que viene a visitar el país, quiere venir a la Bombonera. Hemos hecho 50 mejoras, lo que faltó hacer es la ampliación'.

Además, en esa misma entrevista, Gribaudo contó que en caso de ganar convocaría a 'los mejores arquitectos del mundo' y que irán por la ampliación porque esa es la decisión de los socios. 'El 9 de diciembre me pongo a trabajar en eso, convoco a todas las agrupaciones de la oposición y nos ponemos un plazo para empezar la obra', completó.

Beraldi va con el esloveno

Por otra parte, en los últimos días, tuvo mucha repercusión la presentación del llamado Proyecto Esloveno, que viene dando vueltas desde hace años y, con autorización de los creadores, José Beraldi lo utilizó como una de sus propuestas de campaña, aunque anteriormente se había manifestado a favor de una nueva cancha.



Este proyecto tuvo mucha adhesión entre los hinchas porque respetaría la mística del estadio, sumaría las tres bandejas que faltan en la zona de los palcos y elevaría la cantidad de espectadores a 70.000 sin necesidad de comprar las dos medias manzanas, sino menos de 20 propiedades.

En caso de ganar, Beraldi avisó que empezaría la remodelación luego de la Copa América 2020. 'Es el único viable y puede generar una ampliación de 20.000 lugares. Apoyo lo que es viable y no fantasías que no se pueden hacer', dijo el Tano en una reciente entrevista.

Ameal mantiene la Bombonera 360

'No nos vamos de la Bombonera', repite Jorge Amor Ameal desde hace varias elecciones. Su proyecto viene desde la campaña anterior y se llama Bombonera 360, el cual 'se gestó sobre tres pilares fundamentales: respetar la estructura del estadio, mantener las raíces populares del club y cuidar su patrimonio a la hora de financiar el valor de la obra. La capacidad se ampliaría a 78.000 espectadores, 70% para populares, 30% para plateas'.

Es la proyecto más difícil de cumplir por la falta de espacio y la necesidad de comprar las dos medias manzanas, aunque Ameal siempre se mostró confiado y dispuesto a pagar las propiedades por encima del valor del mercado.