La lesión de Mauro y sus antecedentes

Boca comenzó la Copa de la Liga Profesional con un empate agridulce por 2-2 ante Gimnasia en la Bombonera. Es que el juego no fue el mejor y supo estar abajo en el marcador hasta faltando cinco minutos para el cierre. Dentro de las cuestiones negativas que arrojó el encuentro, Mauro Zárate encendió las alarmas por una dolencia física.

Luego de muchas especulaciones alrededor de su continuidad en el Xeneize, tanto Miguel Russo como el Consejo de Fútbol decidieron apostar por el delantero y le prometieron más participación de la que tuvo en la pasada temporada. Así, el DT le renovó la confianza y lo colocó como titular ante el Lobo, en la posición de punta, más adelantado que Carlos Tevez.



Tras una primera parte con poco peso ofensivo (se movió por todo el frente de ataque y apenas dispuso de un par de jugadas con peligro), a los 24 minutos del complemento se dio la salida de Mauro, tras un fuerte golpe con el césped. Sí, después de un centro desde la derecha que envió Leo Jara, el futbolista de 33 años fue a buscar al área entre los centrales, pero antes de impactar la pelota su rodilla quedó trabada y se la dio duro contra el suelo.

Enseguida Zárate se levantó e intentó apoyar la pierna derecha, pero el dolor fue más fuerte y no pudo continuar. Al instante, rengueando y con suplicio en la cadera, se retiró por detrás del arco más cercano para dejarle su lugar a Eduardo Salvio. ¿Qué sufrió el atacante? Una Hiperextensión de la cadera (movimiento excesivo articular) y le realizarán estudios para determinar la gravedad.

Lo curioso es que el ex Inter, West Ham y Lazio -entre otros equipos- también fue reemplazo por una lesión en el primer partido de Russo en este ciclo al frente de Boca. Miguel había apostado por él cuando el 26 de enero del 2020 el cuadro azul y oro igualó 0-0 contra Independiente por la fecha 17 de la Superliga. En ese momento salió por Villa y tuvo dos semanas de recuperación por una merma muscular en el gemelo.

Un desgarro y una distensión en el muslo complicaron luego al nacido en Haedo, que perdió terreno y completó 11 juegos entre el torneo local y la Libertadores. Ahora, los resultados de los estudios en la zona afectada dirán qué tiene, pero lo único cierto es que, a este ritmo, a MZ le va a costar lograr la continuidad que viene pidiendo.